El lobo y los corderos
Que en las de mundial morada
estival postrimería,
ya por santos anunciada,
que ya idas mientes sentían...
Aquel último grillete
en vitoreando arrojamos
al pretérito vacío,
anunciando era sin reyes,
pastando sin leones gamos,
así, en soberano limbo...
Mas, ay, tomamos vil lobo
por manso y afín cordero.
Abrimos, a aquél, no probo,
puertas, en gesto sincero.
Y entrando mentida Hespéride
con promesas y señuelos
a innoble limbo anhelante,
trocamos por intemperie
mortal choza de sosiego,
por necio destino errante.
Esteparia marcha austera,
entre cardos que suscitan
nostalgia por verde ëra,
promesas que ardor excitan.
De inmortalidad promesas
fueron, ante privaciones
por doméstica orfandad;
fueron nutricia dehesa
para ganado hoy insomne
preso de lobuno arrear.
Dorado seductor fruto
empuja andar zigzagueante,
si por ficción, resoluto;
por desespero, reptante.
Sinrazón nos encamina
hacia jardín ya no extante*,
entre hercúlëos delirios.
Pues si aquél halló áurea encina,
si engañó a sufrido Atlante,
vedado nos es lo olímpico.
Acompañan procesión
mortal, terca, desgraciada,
paladines de blasón
lobuno, de honra quebrada.
Jurados a reales votos,
desgarrados por ideales
trastocados e incumplidos,
aquestos hombres devotos,
para deberes marciales,
portan vil filo torcido.
No se hace, de chuecos medios,
nada recto ni moral;
son, pues, filosos remedios,
socorro, a ímprobos, mortal.
Y al galope, así, marcamos
funesto al vulgo sendero
hacia risco enseñoreante.
De lobuno soberano
es vasallo nuestro acero
que arrea hacia abismo ondeante.
*Extante: me tomé la libertad de introducir otro anglicismo, esta vez una traducción directa de extant, en inglés, palabra que a su vez proviene del latín, y que significa algo así como "existente" (para que no me acusen de cipayo).